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EL SONIDO QUE CONSTRUYO

“Enseñar requiere entender que la educación es una forma de Intervención en el mundo”

Paulo Freire

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La orquesta es un grupo, una sociedad estructurada, con sus líderes (Maestro) y sus ciudadanos (músicos). Tiene sus normas, leyes y reglas que respetar. Los niños, adolescentes y jóvenes que pertenecen a un grupo orquestal, comparten su stand, aprenden a respetar y disfrutar la presencia de los demás, aprenden a compartir, y sobre todo, a trabajar en equipo para lograr el sonido armonioso de una obra musical. El individualismo queda atrás y lo colectivo prevalece gracias a las habilidades sociales desarrolladas por los integrantes de una orquesta. Los beneficios de estudiar música y formar parte de un grupo orquestal son innumerables y beneficia a la sociedad en su conjunto.

Orquestrando a Vida trabaja con pilares para el desarrollo de su labor educativa, priorizando siempre al individuo en su totalidad, basándose en El Sistema Venezolano, la Metodología Suzuki, el Plan Nacional de Cultura (PNC), y los cuatro pilares de la Educación de la UNESCO.

  • cada persona es capaz: en Orquestrando a Vida creemos en el potencial de cada alumno. Nuestra visión es que todos sean capaces de desarrollar sus habilidades y potencial. Enseñar es como plantar una semilla con cuidado, cultivarla con amor y responsabilidad, ¡sabiendo que cada uno tiene su tiempo para florecer!

  • La educación es amor: Orquestrando a Vida se basa en la filosofía de que antes que la técnica musical es el individuo, trabajamos a través de la música para sacar lo mejor que existe en el corazón de cada ser humano y, al mismo tiempo, desarrollar habilidades y cualidades que se estimulan y desarrollan. a cada logro alcanzado con amor, perseverancia y alegría. Estas habilidades serán herramientas para la música y para la vida.

  • Aprendizaje y concentración: La atención que deben desarrollar los jóvenes músicos nada más entrar en sus clases de instrumento, cuando están bajo la dirección de un director de orquesta o durante las horas de estudio individuales es de fundamental importancia para el desarrollo de la concentración.

  • Disciplina: el estudiante aprende sobre sus derechos y deberes en ese grupo orquestal, a cumplir reglas como: guardar silencio mientras el director enseña sobre interpretación musical; cumplir horarios; seguir horarios de estudio; saber comportarse en diversos ambientes como grandes salas de conciertos, ceremonias y viajes; además de tener disciplina, una herramienta fundamental para alcanzar tus objetivos musicales e individuales.

  • Excelencia: Sabemos que la excelencia es un arte que se conquista con el entrenamiento y el hábito. La búsqueda de la calidad, el esfuerzo en busca de la excelencia se valora cada día. Lucha por lo que quieres y corre tras ello.

  • Visión de futuro: Los estudiantes aprenden que a través de la música pueden desarrollar un sueño de vida que pueden hacer realidad a través del estudio de la música. Orquestrando a Vida permite a sus integrantes acceder al conocimiento, desarrollando sus habilidades más allá de la música, fomentando la formación continua en sus estudios.

  • Integración y aceptación: los estudiantes aprenden el valor de sentirse parte importante y fundamental de una “familia” orquestal. En el proyecto todos son iguales y no se destaca su estatus social, económico, religioso, étnico-racial y de origen dentro del proceso de aprendizaje.

  • Perserverancia: Los estudiantes comprenden que el trabajo diario y constante ofrece resultados que pueden marcar una diferencia en sus vidas.

  • Metas y propósitos: Los niños y jóvenes aprenden a tener metas y propósitos en la música y en la vida. Quiero ser profesor, solista, un gran músico o director de orquesta. Buscan con estudio y perseverancia alcanzar sus metas y propósitos.

  • Refuerzo positivo: Reconocer el esfuerzo de cada estudiante, incentivando con acciones y palabras positivas. Transformar esta práctica en un hábito para los estudiantes, animándolos a reconocer, con el mismo entusiasmo, alegría y respeto, el esfuerzo y avance de los demás, es también una lección importante.

  • Convivencia y Tolerancia: En la rutina de clases y ensayos, niños, adolescentes y jóvenes comparten momentos de alegría, dificultades y tristezas, comentan su vida familiar y escolar, y comparten experiencias. Orchestrando a Vida desarrolla el valor de la amistad, la comprensión y la solidaridad. Profesores y alumnos practican a diario el espíritu de tolerancia y convivencia.

  • Desarrollo de la confianza personal y afectiva: La práctica de cualquier manifestación artística contribuye al desarrollo de la sensibilidad y permite la construcción interior de una seguridad, tanto personal como afectiva. Al pertenecer a Orquestas, los estudiantes reciben la atención y el cuidado de sus profesores y directores, y son apreciados por su talento y su papel en el gran cuerpo orquestal. Se enfrentan a dificultades, retos y cuando logran su objetivo, el concierto, pueden ver que su determinación y confianza los llevaron a alcanzar su objetivo final. ¡Una gran lección para la vida!

  • La democratización del acceso a la cultura en toda su amplitud: Que todos tengan derecho a estudiar música, buscando ante todo la felicidad individual y la unidad familiar. Podemos observar cómo los numerosos beneficios que experimentan los estudiantes se multiplican automáticamente, reflejándose en su familia, escuela, amigos, barrio, sociedad y ciudad.

  • Aprendiendo a saber: Más que adquirir conocimientos, los niños, adolescentes y jóvenes deben tener un interés real por la información y el placer de aprender y mejorarse constantemente. Es importante fomentar la investigación individual para desarrollar el pensamiento crítico, despertando la curiosidad intelectual. Con ello se promueve la autonomía, haciendo que la persona sea capaz de tener discernimiento y llegar a sus propias conclusiones.

  • Aprende a hacer: Inseparable de aprender a saber, es importante, además de obtener conocimientos, que los estudiantes tengan oportunidades de ponerlos en práctica.

  • Aprendiendo a vivir: comprender al otro, desarrollar la percepción de interdependencia, disfrutar del esfuerzo común.

  • Aprender a ser: buscar el desarrollo integral del estudiante.

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